Las inclemencias climáticas que ha atravesado Argentina, que ha provocado que las sequías y heladas extremas, no hayan sido nada favorables para la cosecha de trigo, llevándola al desplome y obligando al principal comprador del cereal, Brasil, abastecerse en mercados alternativos como Estados Unidos, Canadá y Rusia, para abastecer sus necesidades.
En el último año comercial (agosto 2021 a julio 2022), Brasil importó apenas unas 155 mil toneladas de trigo desde países fuera del Mercosur, luego de haber comprado casi 900 mil toneladas en Estados Unidos, Canadá y Rusia el año anterior, según datos del gobierno brasileño.
En el período 2022 – 2023, además de la sequía en Argentina, el principal estado productor de trigo de Brasil, Paraná, se enfrenta a un exceso de lluvias, lo que también compromete el suministro interno. Brasil tendrá que comprar al menos 1 millón de toneladas fuera de Sudamérica, según analistas.
“Generalmente, Brasil adquiere alrededor de 6 millones de toneladas de Argentina, pero difícilmente vamos a sacar todo eso este año, entonces yo diría que tenemos una brecha de 1 millón a 1,5 millones de toneladas que podrían provenir de países fuera del Mercosur”, dijo el consultor Fábio Lima, especialista en trigo de la gerencia de riesgos de StoneX.

Fábio Lima, especialista en trigo de StoneX.
Entre agosto de 2021 y julio de 2022, Brasil importó 5,5 millones de toneladas de trigo desde Argentina, lo que representa gran parte de las importaciones del país, uno de los mayores compradores mundiales, con consumos superiores a los 12 millones de toneladas anuales.
El Arancel Externo Común del Mercosur es cero para las importaciones de algunos productos este año, incluido el trigo. Brasil también tiene una cuota anual de importación de trigo de 750.000 toneladas que está exenta del TEC del 10% para las compras en el exterior y debería aplicarse en 2023.
Lima dijo que es difícil estimar cuándo podría empezar a llegar trigo de fuera del Mercosur, pero ya iba e camino un cargamento de trigo ruso.
Con la degradación de la cosecha argentina, cuya producción se redujo a 13,7 millones de toneladas, el volumen más bajo desde 2015 – 2016, según la Bolsa de Comercio de Rosario, la certeza es que los ingenios pagarán más por el producto sea del Mercosur o desde fuera del bloque.
“Como los argentinos tienen una participación muy grande vendida, creo que es muy probable que tengamos que buscar trigo en destinos alternativos, primero en Estados Unidos, pero también con potencial de Canadá y Rusia”, dijo Carlos Cogo, de Cogo Inteligencia en Agronegocios.
“Ahora, importar es pagar caro, aun considerando la exención del impuesto de importación, la exención de cualquier tipo de arancel, la tasa es demasiado alta. Es caro, y eso significa un escenario alcista a mediano y largo plazo”.
Según Cogo, los argentinos ya han vendido casi 9 millones de toneladas de la producción 2022 – 2023, que comenzará a cosecharse en las próximas semanas. “En otras palabras, prácticamente Argentina ya no le queda mucho por delante”.
Con la menor oferta proyectada, la tonelada de trigo argentino se disparó en el último mes de US$ 320 a US$ 380 la tonelada.
Exportar trigo desde Brasil
Una cosecha más pequeña en Argentina a precios más altos deberían asegurar cierta competitividad para el trigo de Brasil en el mercado internacional, dijo un funcionario de la industria, que pidió permanecer en el anonimato para hablar libremente.
A pesar de los problemas climáticos en Paraná, se espera que Brasil alcance una cosecha récord de más de 9 millones de toneladas, luego de que los productores aumentaran un 10% su área sembrada con la ayuda de buenos precios, lo que favorece las exportaciones.
“Brasil ya tiene compromisos de exportación de 1 millón de toneladas”, dijo la fuente, al evaluar que el mercado espera mayor claridad sobre la calidad de la cosecha en Paraná, golpeado por las lluvias durante la temporada de la recogida, para cerrar más negocios.
De enero a septiembre, el país exportó un nivel histórico de 2,5 millones de toneladas de cereales.